Es un mito pensar que una piel joven no necesita cuidados. «Las arrugas, flacidez, manchas y otros signos de la edad no existen en la juventud»… ¡Sí que existen! Y es importantísimo atender nuestras necesidades dermatológicas desde bien temprano.

Las pieles entre 18 y 25 años no están afectadas por el paso del tiempo, pero sí por los poros dilatados, acné, puntos negros, exceso de secreción sebácea…

Además tenemos que tener en cuenta a los agentes metabólicos, genéticos y ambientales que afectan directamente a la salud de las pieles más jóvenes. La solución para todos estos problemas: cuidarse a diario y adquirir un rutina de belleza correcta que debes mantener siempre. ¿Cuál es esa rutina?:

¡Limpieza, limpieza, limpieza!

Aquí reside el éxito para lucir una piel sana y bonita. Son solo 3 minutos de tu tiempo y es mejor que lo hagas por la noche para que la tez descanse limpia. Puedes utilizar una leche desmaquillante suave o espuma limpiadora si tienes la piel con tendencia grasa-acneica. Y puedes finalizar con un agua micelar  o un tónico suave apto para pieles jóvenes.

Si en tu caso te maquillas los ojos es importante eliminar cualquier rastro de máscara, sombra y eyeliner. Utiliza un desmaquillante de ojos ligero con ayuda de algodones. Si tu párpado y contorno es graso te recomendamos un desmaquillante libre de aceites.

Hidratación

Por la mañana debes aplicarte una crema hidratante adecuada para tu piel. Cuenta siempre con un buen asesoramiento cosmetológico para elegir la mejor para ti. Esto es muy importante, ya que solamente un especialista puede prescribirte tu hidratante perfecta.

Por la noche, después de tu rutina de limpieza, aplica una crema más ligera, de rápida absorción que no aporte grasa a tu piel.

Exfoliación

Es conveniente exfoliarse la piel 2 veces al mes. Los peelings son necesarios a cualquier edad. Limpian y eliminan las impurezas del rostro y mantienen a raya los puntos negros y la suciedad de los poros.

Los exfoliantes son productos muy eficaces y siempre hemos de tener en cuenta que, al realizarlo, eliminamos parte de la capa superficial de la piel, de ahí la importancia de utilizar una pantalla total después de hacernos este tratamiento.

Protección solar

Por muy joven que seas nunca es pronto para aplicarnos una crema con protección solar. En invierno, sobre la crema hidratante un SPF20 es suficiente y, en verano, un SPF30 al menos 2 veces al día.

Con esto evitaremos el envejecimiento prematuro, arrugas, líneas de expresión y manchas solares. Nuestra piel lucirá impecable durante muchísimo más tiempo.

Cuenta con nosotras para, al menos una vez al año, hacerte una limpieza de cutis y una hidratación facial 🙂