Si bien la protección de nuestra piel cuando nos exponemos al sol es un asunto que debería preocuparnos a lo largo de todo el año, es en momentos como este, a las puertas del verano, cuando nos asalta la duda de siempre: ¿Qué SPF debo utilizar?

SPF (por sus siglas en inglés Sun Protection Factor) significa Factor de Protección Solar, e indica cuanto tiempo más un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de nuestra piel antes de llegar a quemarse.

No hay un SPF que sirva para todas las pieles. Para saber qué SPF usar lo primero que hay que saber es cual es nuestro fototipo de piel.

Para personas adultas existen 4 fototipos:

1. Piel extremadamente sensible: piel clara, con pecas, cabello rojizo. Muy propensa a las quemaduras solares.
2. Muy sensible: piel clara, cabello rubio y propensa a la aparición de pecas. Quemaduras solares frecuentes.
3. Sensible: piel moderadamente clara, cabello oscuro o castaño. Rara vez presenta quemaduras solares.
4. Menos sensible: piel y cabello oscuros. Casi nunca presenta quemaduras solares.

Cada fototipo ofrece una protección determinada. En el siguiente puedes comprobar cuántos minutos de protección ofrece cada fototipo y qué SPF debes utilizar según el nivel de intensidad solar:

El SPF multiplicado por el tiempo de protección de la propia piel indica la duración máxima (en minutos) de exposición al sol sin quemaduras. 

Por ejemplo, pongamos que nuestro  fototipo es tipo II y la intensidad solar es alta (en el cuadro la intensidad solar queda representada por 4 soles: intensidad baja, moderada, alta y muy alta). El SPF recomendado es 50. Entonces: 50 (SPF) x 10 (minutos de protección de nuestro fototipo) = 500 minutos de protección. Es decir, nuestra piel tardará 500 minutos en quemarse.

Eso sí, recuerda que después de cada baño tienes que volver a aplicarte protección.

En Salón Carmen somos especialistas en el cuidado de la piel. Si quieres información sobre nuestros tratamientos y productos, no dudes en contactar con nosotras 🙂