Los aceites esenciales son muy poderosos. Según las bases de la aromaterapia, trabajan en 3 planos: el físico, el energético y el mental.

Pero, ¿qué son exactamente los aceites esenciales?

Explicado de forma muy sencilla, se trata de líquidos muy volátiles que se producen de la destilación de plantas medicinales y se componen de una gran variedad de sustancias, vitaminas y oligoelementos.

Se obtienen, cuando son puros, por destilación, destilación al vapor, destilación al agua y presión.

La potencia de los efectos de los aceites esenciales dependen de su nivel de pureza. Por eso en aromaterapia no debemos utilizar aceites adulterados, sintéticos ni reconstituidos, que no son puros.

Tipos de aceites esenciales

Silvestres:

Los mejores aceites, ya que proceden de plantas que encontramos en la naturaleza en su estado puro. Hay muchos que ya están erradicados en su estado más salvaje pero otros todavía mantienen sus raíces fuertes como es el caso de el eucalipto, romero, pino, hinojo, tomillo…

Biológicos:

Procedentes de plantas cultivadas orgánicamente sin abonos químicos. Lavanda, salvia y mejorana son tres de los clásicos.

Naturales:

Es difícil de tener una garantía total de que han sido cultivados de manera orgánica, algunos de ellos son: limón, naranja y menta.

Concretos:

Procedentes de flores destiladas con disolventes ya que no se puede hacer en agua.

¿Cuál es el mejor aceite esencial para tu piel?

Según nuestro tipo de piel podemos seleccionar un o varios aceites esenciales para realizar nuestra sinergia ideal.

Piel madura:

Naranja, sándalo, rosa de Bulgaria, neroli. Ideales para vehiculizar con aceite portador de aguacate o zanahoria.

Piel seca:

Jazmín, geranio, sándalo, neroli y naranja serían los aconsejados. Su portador ideal sería la rosa mosqueta con una gran capacidad humectante y regenerante.

Piel mixta-grasa:

Limón, naranja, lavanda, árbol de te cedro y coriandro. Su portador ideal sería aceite de semilla de albaricoque con un aporte de grasa muy bajo.

Piel acneica:

Lavanda, cedro, árbol de te, limón, palmarosa y manzanilla. Su aceite portador ideal es el de jojoba.

Piel sensible:

Manzanilla, lavanda, incienso, ylang ylang y mirra. Sus portadores en este caso serían al 50% albaricoque y rosa mosqueta.

2 aspectos que no debes descuidar cuando uses aceites esenciales

• Existen aceites fotosensibles. No debes utilizarlos al sol o a diario sin factor de protección solar. Es el caso de la bergamota. Tampoco debes abusar de los cítricos.
• No debes utilizar aceites esenciales puros, sino diluidos en aceites vegetales o cremas portadoras. Para uso facial lo correcto sería un 3% de aceites esenciales y un 97% de portador.

Y recuerda: la aromaterapia te ayuda a equilibrarte por dentro y por fuera, pero siempre contando con un buen tratamiento y diagnóstico.